30 agosto, 2010

No intentes dominarme.

Tu puta estupidez intenta dominarme. Parece que no ves que no soy así de fácil. Yo soy libre, yo soy el caballo que todavía corre al atardecer por el bosque, cada verano, al ritmo del viento. No me importa hacia que sitio vaya, siempre encuentro el camino de vuelta a mi casa. Y mi hogar está en muchos lugares distintos. Una noche, una cama. No pretendas atarme, porque tendrás agarrado mi cuerpo pero no mi corazón. No desees que te llame, porque no voy a hacerlo. No después de tener que escuchar cosas como ésas.

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