14 agosto, 2010

El tiempo pasa y mi libertad se va con él.

El tiempo pasa, irremediable, delante de mis ojos. Intento atraparlo entre las manos y quedarme un rato más en un momento, pero no puedo, no soy lo bastante fuerte. Ni yo ni nadie. Me cuesta andar tan rápido, me molesta correr por, lo que se supone, es mi vida. Sin embargo, es todo menos eso. Todos controlan mi existencia. No sólo mi madre, el ambiente, el aire que me rodea. Me controlan todos y cada uno de los que se sientan a mi alrededor. Incluso los que están más alejados de mí. Organizar mis ideas es una tarea que lleva mucho tiempo, y yo... Yo ya no tengo de eso.

1 comentario: