13 agosto, 2010

Dos vistas.

Tengo miedo de equivocarme al sentir distinto. Ésto es nuevo para mí y, sin embargo, me siento tan dentro, que puedo adivinar los movimientos de mi cuerpo. Ya no me guía el corazón, me lleva la razón, la cabeza, mis ideas. Quiero vivir un futuro en el que sólo existo yo. No imagino personas a mi lado porque todo cambia, todo se transforma. Por eso procuro no mirar adelante, tampoco atrás. Las dos vistas, aunque preciosas, duelen.

No hay comentarios:

Publicar un comentario