28 agosto, 2010

Estrés.

Nunca había visto una piedra tan pequeña y tan difícil de saltar. Tengo que aislarme, concentrarme y seguir estudiando. Lo repaso y me lo sé, pero, por momentos, el olvido se apodera de mí. Me pongo todavía más nerviosa y no soy capaz de encontrar la hoja. Entonces, me doy cuenta de que me salté un tema hace dos días, y que, ahora, tengo que volver a empezar con la historia otra vez. Dios mío, ésto me supera. Mi corazón no está hecho para estas carreras. A partir de hoy, tengo que comenzar a hacer más deporte. Así, estaré tan cansada, y con tantas agujetas, que, si mi ritmo se acelera, no me entrarán ganas de echar a correr.

No hay comentarios:

Publicar un comentario