13 septiembre, 2011

Tiritas con tu nombre.

Es curioso como el corazón se cura, poco a poco, y se entrega de nuevo, al primero que le da un poco de cariño. Me gustaría ser fuerte, poder decir que no me volví a enamorar, que fui capaz de vivir sin dar una parte tan importante de mí a otra persona; sin embargo, no puedo decirlo. No. Porque tú... Tú me proteges de los que son todavía más fuertes. Tú te has llevado cada pequeño trozo de mi enano corazón roto y le has recompuesto poniendo tiritas con tu nombre.

Dímelo con besos.

Ningún beso tuyo sabe igual. Los hay de: "No te vayas", y también de: "Buenas noches, princesa". Existen los que gritan: "Necesito un poco de ti", y también que chillan: "Me haces tan feliz que...". Ah, adoro los que dicen: "Nunca me canso de ti", y los que saben a arena, mar y verano. Me encantan los rápidos de despedida, y los lentos con el motor de tu Seat Ibiza de fondo. Me gusta que me digas con besos lo que no se te ocurre con palabras.

Amor de película

Me has enseñado que el amor no es sinónimo de celos, ni de peleas, ni de lágrimas. Me has mostrado, con tu sonrisa, que todo se puede llevar con calma, que las piedras se saltan aunque cueste. Gracias. Gracias por demostrarme, cada día, que no se necesita el drama en cantidades industriales para mantener vivo un amor de película.

02 septiembre, 2011

Sueños

Me miras, sonríes y me besas. Vuelven a rozar, tus labios, los míos. Regresa mi corazón a chocar fuerte contra mi pecho. Ay, él siempre quiere irse contigo. Mi boca te devuelve la sonrisa, y tú eres feliz. Coges una pestaña caída de mi mejilla y esperas a que pida un deseo, y sople. Yo pido un beso. Un beso de esos que sólo puedes darme tú y que se queda en mi memoria hasta la mañana siguiente. Tengo la ligera sensación de que es todo un bonito sueño y, sinceramente, espero no despertarme nunca.