09 enero, 2012

Viento

Dicen que el susurro del viento trae los besos que desean darte, que transporta los recuerdos de una época mejor, que termina por contarte historias que ni siquiera son tuyas. Aquella mañana, corría una suave brisa entre los árboles, que retozaba con las hojas, que caían, enamoradas del susurro del aire. Sinceramente, no estaba escuchando lo que el viento tenía que decirme, ni siquiera me había percatado de que había un vendaval y no un simple soplo invernal. Estaba demasiado entretenida con tus labios, con tus ojos, con tu pelo, con el frío que se colaba por mi cuello cuando me cogías con tu mano helada para hacer contacto entre tu boca y la mía.

Vacío

Te das cuenta de lo frágil que es la vida y de lo poco que dura el amor. Nada es para siempre, ni siquiera los recuerdos. Cansado, andas, caminas sin cesar por un mundo que casi no tiene sentido, que se ha quedado un poco más vacío.
Porque hay siete mil millones de personas en el mundo, pero tú... Tú sólo quieres que aparezca una por la puerta de tu casa.