09 enero, 2012

Viento

Dicen que el susurro del viento trae los besos que desean darte, que transporta los recuerdos de una época mejor, que termina por contarte historias que ni siquiera son tuyas. Aquella mañana, corría una suave brisa entre los árboles, que retozaba con las hojas, que caían, enamoradas del susurro del aire. Sinceramente, no estaba escuchando lo que el viento tenía que decirme, ni siquiera me había percatado de que había un vendaval y no un simple soplo invernal. Estaba demasiado entretenida con tus labios, con tus ojos, con tu pelo, con el frío que se colaba por mi cuello cuando me cogías con tu mano helada para hacer contacto entre tu boca y la mía.

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