28 septiembre, 2010

Mañana me iré.

No es un adiós, es un hasta luego. Es triste, pero estoy cansada de los hasta pronto, de las perecederas distancias. No. No quiero más dolor. Quédatelo. Ni deseo más palabras, que caen, que rompen en mi cuerpo y hieren. Mi corazón sangra, mis ganas se pierden con la sangre que, poco a poco, inunda mis pulmones. Ya no respiro, ya no camino por la carretera que tú hiciste para llegar hasta ti. No puedo más. No soy capaz de seguir. Mis pies están destrozados y mi vestido roto, sucio, inservible. Voy a dormir un rato, aquí, en la cama fría y dura que, ahora, me construye tu amor. Mañana me iré.

No hay comentarios:

Publicar un comentario