21 septiembre, 2010

El tiempo no corre en mi reloj.

El tiempo no corre en mi reloj, ha debido quedarse parado. ¿A qué esperas? Tengo prisa. Me entretienes con tus agujas paralizadas. Nunca cae la noche en mi ciudad. Es raro. Además, el ayuntamiento ha decidido gastarse el dinero que presupuestaban para arreglar las casa más desperfeccionadas por la gran catástrofe, en farolas. Hay miles de farolas en las calles que no se utilizan. Que no sirven para nada. Rara vez hay atardecer, o amanecer, así que los amantes están desesperados porque no pueden dar un romántico paseo por la playa. Yo no entiendo qué ven en éso. Qué obsesión por lo romántico. ¿Qué es el amor, al fin y al cabo? Unas manos juntas, unos abrazos al despertar, unos besos antes de dormir. El amor no sirve para nada, igual que las farolas.

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