04 abril, 2010

Verano.

No quiero que llegue el verano, ese aterrador vaso lleno de agua marina y arena que se remueve con el viento. Siempre lo he odiado porque no salía de una programación para meterme en otra. No me gusta que controlen mi vida y, aún así, permito que lo hagan, porque así no les decepciono. Nunca he tenido ganas de escapar, vivo feliz en mi cárcel de cristal, sobre la cual mandan todos. Con su fuerza me trasladan, me deslizan por este pequeño mundo lleno de decisiones que ellos toman por mí. Me convezco de que lo pasaré bien, de que ellos quieren lo mejor para mí, por eso elegirán lo que me ponga más contenta cuando lleguen las consecuencias. 

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