29 julio, 2010

Y es que, a veces, soy tuyo y, a veces, del viento.

A veces, soy tuya y, a veces, del viento. Por eso me escapo, me escurro entre tus brazos, me alejo cuando estás demasiado cerca. Necesito respirar y tú no me dejas. Me gusta sentirte, me encanta que me abraces, que me mires, que me prestes atención. Me encuentro bien cuando rozas mi mano, mientras me susurras que me quieres, que me amarás siempre. Soy egoísta, como tus niños, como tus ojos. Quiero todo para mí, sin darme cuenta de que no me perteneces, de que no podré tener a tu corazón esperando eternamente a que el mío acelere y se atreva a... Salir del viento.

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