09 enero, 2010
¿Y tú que odias?
Odio los semáforos, el aire acondicionado del coche, el olor de los ambientadores, que las sábanas raspen, el sabor del agua del grifo, los libros sobre historia, los colores de la habitación que tengo en casa de mi padre, las flores de plástico, que los tenedores se junten, que entre luz por la ventana mientras duermo, el despertador, todas las mañanas, la contaminación lumínica, el ruido de la campana de la cocina, sentir que me falta el aire cuando me ducho, la humedad en los vestuarios, las luces del faro, la gente que grita, actuar bajo presión, que la arena se me pegue al cuerpo, el viento, la lluvia en Agosto, el sol en la cara, las sonrisas muy falsas, los problemas, las preocupaciones, el estrés, la mahonesa fuera de los sandwiches, los chupachups de coca-cola, la tarta de hojaldre, los coches que llevan la música demasiado alta, tener que llegar pronto a casa, no ir al cementerio tanto como me prometo, que mi imaginación se largue por momentos, escribir textos que acabo odiando, llorar por las noches, el frío, el calor, que los auriculares se rompan, no ver el fin de las películas, que el lápiz se quede sin punta, que se me vaya la cabeza, levantarme a beber agua, no poder dormir, recordar cosas que podrían olvidarse, que las personas te miren con cara de "ésta está loca", las almohadas bajas, los armarios llenos, los comics, que cambien de horario una serie veinte veces y que al final la quiten, planchar, tender la ropa, sacar la basura en pijama, las malas contestaciones, el olor de la gasolina.. Y sí, también a ti.
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