27 enero, 2010
Vivir soñando.
Las historias se acaban. La imaginación se termina. La mitad de las veces no quedan ni cenizas. Me gustaría encarar la vida como una persona que sabe lo que quiere, que tiene claro que sueños se pueden cumplir, y los que no. Mi problema es que tengo los pies demasiado lejos del suelo. Muchos se empeñan en bajarme un poco a veces, en no dejarme en las nubes mucho tiempo. Dicen que, cuando te da el aire durante horas, puedes acabar sin nada dentro de la cabeza. Sí, yo vivo durmiendo. Nunca me despierto.
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