-¿Por qué siempre estás pensando en que me voy a ir?
+¿Sin mirar atrás?
-¿Cuántas veces te tengo que decir que no voy a hacerlo? ¿Tantas ganas tienes de que me vaya?
+No, por supuesto que no quiero que cogas una dirección en la que yo no esté, pero, afrontémoslo, algún día cogerás el camino rápido para largarte. Yo sólo me preparo para cuando decidas hacerlo.
-De momento, no tengo ninguna intención de hacerlo. Así que, ¿qué tal si te dejas ya de paranoias?
+¿Prometes estar aquí mañana?
09 enero, 2010
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