27 enero, 2010
Esconderse.
Tal vez era hora de esconderse un rato, sólo un poco. Para que pudiesen encontrarte después. Te preguntabas de qué servía correr hasta allí y después no poder reírse de haber logrado por fin lo que tanto deseabas. En tu vida lloras y sonríes. Desgraciadamente, descubres demasiado tarde que lo primero no sirve para nada.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario