17 marzo, 2010

Vanilla Twilight

Las estrellas se inclinan para besarte. Estoy despierto, insomne, echándote de menos. Necesito una gran cantidad de aire fresco para olvidarte. Así, me quedaré dormido segura y profundamente, aún anhelando tus brazos alrededor de mi cuerpo. Te enviaría una carta, para encontrarte, para que supieses que me gustaría que estuvieses aquí. Veo la noche cayéndose, regresando al color azul claro, como todos los días, pero no es lo mismo sin ti. Cuesta hasta suspirar y levantarse. El silencio no está tan mal hasta que miro mis manos. Me siento vacío, me falta algo, los espacios que hay entre mis dedos están justo donde los tuyos quedaban tan perfectos. Sé que descubriré el reposo, aunque no haya dormido en dos días porque la fría nostalgia se me cala en los huesos y no me abandona. Sin embargo, sentado en el porche esta noche, salpicado por el crepúsculo color vainilla, pienso en ti y no me siento tan solo. Tantas veces como parpadee, así pensaré en ti. Cuando el morado y amarillo aparezcan en el cielo, comenzaré a sentirme vivo, olvidaré el mundo que conocí. Únicamente espero no olvidarte mientras lo intente. Si pudiese volver atrás, buscaría tu oreja y susurraría: "Ojalá estuvieses aquí"

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