Vuelvo a pelearme con el armario y la pared, haciéndome daño en la rodilla. No me importa, lloro, las lágrimas ya ni siquiera salen después de un tiempo gritando. Porque me duele el corazón, como a toda persona. Porque siento, sí, aunque no lo parezca ni un poco.
Aunque nadie pueda ver lo evidente. Aunque tus palabras se hayan esfumado con el viento. Aunque tus promesas hayan sido de papel... será que volverá?
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