Me gusta el sabor de tu piel, el olor de tus besos. Me encanta el tacto de tus labios en los míos y... Cuando sonríes porque te digo algo bonito. Cada día estás aquí, a mi lado, en mi cabeza, o en mis brazos. No hace falta que te encuentres físicamente cerca de mí. Y eso me vuelve tremendamente loca. Quizás alguna mañana esté por la labor de contarte todo lo que, de verdad, me haces sentir. Dudo que me levante de tan buen humor, incluso si estás metido en mis sábanas. A ti se te dan mejor las acciones y yo... Yo sólo quiero besarte.
30 agosto, 2011
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