14 noviembre, 2010
Domingo de otoño.
Otro domingo, otra vez lluvia sobre el ventanal, horas interminables, gris infinito. Vuelven las preguntas, los vientos fuertes y el ala leve de la depresión. Regresan los negros, morados, rojos y marrones a tu armario. Lo único que no cambia es tu pijama, gastado de estar en casa. Otro domingo imposible, pero cierto. Otro otoño que parece invierno.
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